Una puerta y una ventana

Una puerta y una ventana
Casi siempre suelen haber, al menos, dos salidas... y dos entradas

Fines

El proyecto de FUNDACIÓN Buñol Se Vive quiere conseguir, ayudas de personas, empresas, instituciones, profesionales, científicos, pensadores que deseen convertir sueños en realidades, que quieran que Buñol se convierta en un ejemplo de pueblo del siglo XXI, un lugar donde lo humano predomine sobre los demás intereses y sobre todo, ayudar a provocar un cambio que consiga llenar de vida las calles de Buñol, nuestro pueblo. El propósito es generar un cambio de actitud en las instituciones, asociaciones e individuos... cuyo único fin sea el crecimiento y el bienestar las personas.

¿Quién nos ha robado el tren?



Conocí a un niño hace muchos  años que jugaba en calles de tierra y en muros llenos de día de hierba gallina y de noche de luciérnagas y chicharras. Los lagartos cazaban cerca de las farolas y en los callejones había piedras que servían de armas para defenderse de algún intruso incluso de algún amigo, perro, gato o charco. Merendaba sentado en el banco de una puerta con persianas verdes que se enrollaban desde una cuerdecita en el centro y al intentar entrar siempre te quedabas enganchado, las puertas estaban abiertas o con la llave puesta en el ojo para que cualquiera  pudiera entrar, incluidos los padres, los hijos, los amigos, los vecinos y alguna que otra visita. Sí, entonces se visitaba por sorpresa, y la sorpresa solía ser agradable. Se entretenían las personas con las personas y los niños con los niños. Era un niño de otro tiempo, los bocadillos eran de plátano ó mantequilla  con azúcar, o de algo parecido a Nocilla y hasta de dos colores la había, bebían leche condensada del bote con dos agujeros uno frente a otro y recuerdo escucharle las palabras acetona, mercromina y aspirina.
Le recuerdo también en la doble sesión del cine los domingos por la tarde y cuando las películas eran malas, se escondía por los palcos o por las filas vacías escondiéndose  de algún enemigo inventado, cuerpo a tierra, imitando a algún héroe de la pequeña o de la gran pantalla. Comprarse una coca cola de vidrio verde y pesado junto a unas palomitas o un bocadillo pequeño y de postre gominolas era comparable al mayor de los festines gastronómicos. Recuerdo como me describía los olores, los sabores y los tamaños, todo parecía mas grande... más grande, me decía confuso y extrañado.
He estado con él en los últimos meses en muchas manifestaciones contra todas las cosas que suenan injustas y que nadie sabe muy bien como llegan a lastimar y a desgraciar tantas vidas sin que nadie ponga un remedio inmediato. Supongo -le digo- que ya no se pueden soñar las cosas, que nos hemos hecho grandes y que todo no puede arreglarse con el dios justo que sentíamos entonces dentro. Da rabia no ser omnipotente, haberlo aceptado, incluso a veces, sentirte tan pequeño que casi no eres nada, te vuelves microscópico ante el espejo. Él me mira incrédulo, con la misma sonrisa de siempre o quizá es una mueca, gira sus ojos y con el rabillo me dice que no, que no, que no está dispuesto a entender lo que no tiene sentido y yo le contesto, también en silencio, que nunca volverán aquellos tiempos, que está bien tenerlos en cuenta y recordarlos pero es mejor para las emociones hacerse el ánimo de que la vida cambia y mejora y empeora y mejora y empeora. Vuelve a girar la cabeza, esta vez se que está mirando a una chica, se lo noto en los ojos alegres y melancólicamente vidriosos. Curiosamente después de tantos años ya entre una multitud se exactamente a quien mira, también la he visto  yo   hace un rato, cuando bajábamos del tren que nos han robado y hemos tenido que salir para buscar el 72 que nos ha dejado en el centro. Al subir al autobús ella ha tropezado y se le ha caído una pancarta hecha a mano que ponía: "Ambiciosos y traidores nos robáis los sueños" le he ayudado a recogerla y me ha dado las gracias, él no ha dicho nada pero enseguida he sabido que en ese mismo instante los dos nos hemos enamorado de la misma mujer. nos ha pasado muchas veces, tantas que a veces nos entra una risa tan cómplice que acabamos borrachos buscándola por lugares imposibles. ¿A quien se le ocurriría buscar a una chica así en el peor antro de la cuidad, donde solo los proscritos y los que sufren, que quizá, son los mismos se reúnen para flagelarse después de una día de confrontación de ideales y realidades?
Son las seis y pico de la madrugada, todo huele a cansancio y podredumbre en este lugar siniestramente maravilloso, acaba de salir una chica de la habitación enrollada en una toalla blanca, es mucho más bajita que cuando la conocí hace un rato, después sale mi niño con los ojos hinchados de alcohol, de dolor y sueño, sonríe levemente, aunque, como tantas veces en mis esperas, sé que no está contento, conoce bien el sabor de la pura contradicción y las tinieblas. Se acerca cada vez más a mi, me da una palmada en la espalda, anunciándome que nos vamos, hablar no puede, subimos al coche y el silencio contiene la ganas de llegar a casa y dejar caer un cuerpo derrotado, vencido así mismo de tanto castigarlo.
Después de un buen rato entramos al pueblo que nos vio nacer y para no perder la costumbre compramos un pan recién hecho y unos saladitos, sé que vamos a comérnoslo al callejón de la hierba gallina,las chicharras y las luciérnagas. Nos sentamos en el suelo de asfalto y contra la pared y  lo imaginamos todo mientras los dos pensamos que bonito hubiese sido pasear con aquella chica hasta aquí cogidos de la mano.

Buñol y la Política



“Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible.” Bertrand Russel

Cuando comenzó esta última legislatura en Buñol y se formó gobierno creí(ingenuo de mi) que en poco tiempo se repartirían competencias a todos los concejales y que se trabajaría de una forma excepcional dada las circunstancias tan extraordinarias que estamos viviendo en los últimos años. Después de los dimes y diretes, los juegos de poder y los resultados extraordinarios de las elecciones, estaba seguro de que una vez cada grupo político asumiera la realidad y aceptara las reglas del juego serían capaces de llegar a pactos que permitieran una gobernabilidad de Buñol a su máximo potencial, es decir, con competencias a todos los concejales y acuerdos en los asuntos fundamentales. Lo pensé seriamente porque no podía creerme otra postura y sigo sin digerirla. Las votaciones del último pleno en temas económicos tan esenciales para nuestro futuro disparó todas las alarmas de mi cansado cerebro. Y todavía más cuando nadie fue capaz de pactar de antemano ese y otros ejes fundamentales para atajar con seriedad los problemas que tenemos como pueblo, y lo peor, los que todavía no han llegado y más pronto que tarde nos caerán encima.
No voy a entrar en quien tiene razón o no, porque entre otras cosas y con sinceridad, no creo que ningún partido político en el Ayuntamiento esté valorando y actuando con el rigor, la generosidad y los valores éticos necesarios para enfrentarse a esta coyuntura económica tan desastrosa. Todos sin excepción, a mi entender, mantienen una actitud absolutamente errónea, puesto que ni los partidos que componen el gobierno ni la oposición parece que se den cuenta de la radical necesidad(“Aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir”) de que todos trabajen juntos y con el mismo propósito, buscar la mejor manera de resolver los problemas y mejorar todo aquello que no ha superado el paso del tiempo. Por cierto, muchos y muy complejos son los problemas a los que se enfrenta nuestro municipio, solo hay que analizar los hechos acontecidos con el paso a nivel de las Ventas por poner un claro ejemplo.
La pregunta: ¿De verdad es imposible que se sienten nuestros representantes y se pongan de acuerdo ó sencillamente están haciendo “imposible lo posible”?
Yo creo que todos están perdiendo de vista los intereses de Buñol obcecados en la confrontación constante y permanente. Está más que demostrado que de nada sirve gastar todas las energías en atacar o defender y viceversa que en reflexionar, imaginar, pensar, negociar y actuar en consecuencia tratando de consensuar nuestros solos y exclusivos intereses como pueblo.
No estamos en confrontaciones ideológicas como país o nación, tampoco las comparto como prioridad en estos momentos, pero puedo entenderlas, lo que se gana o se pierde es mucho poder y dinero. Pero en un pueblo como el nuestro donde ser concejal no tiene ninguna implicación ni económica ni de grandes poderes, honestamente, no me cabe en la cabeza cómo se están comportando nuestros representantes. Lo puedo entender si vamos a lo irracional, a lo emocional, a la competitividad sin sentido, a los rencores y a los intereses personales cegadores casi siempre. Ni que decir tiene la incomodidad y el displacer de estar constantemente agraviándose unos a otros incluso hasta el insulto. Debe ser mortífero para cualquier persona con una cierta ilusión por hacer algo para su pueblo encontrarse con este panorama, si lo pienso muy hondo y en este sentido, todavía me parece más inverosímil.
La política no es esto, ni se le acerca, ni siquiera llega a ser la sombra de su último concepto: “Si una sociedad humana está constituida por un conjunto de individuos que poseen de hecho metas e intereses propios y particulares, mismos que serán insertados en la sociedad mediante acciones políticas concretas: entonces el objetivo del quehacer político, sería ascender de manera consciente en la sociedad para conseguir el cumplimiento de nuestras metas e intereses, personales y particulares, a través del convencimiento de que estos aportarán y contribuirán al mejoramiento de la sociedad (humana) en general".
Me parece fundamental que gobierno y oposición lleguen a entenderse por encima de sus propios intereses en pro de un bien mayor que es el bien común, el necesario cultivo de la imaginación, de las ideas y de la acción, apoyándose en la participación en todos los ámbitos sociales. No imagino como salir bien de ésta si unos a otros no nos ayudamos con sinceridad y si nos somos capaces de aglutinar todas las fuerzas y dirigirlas a un mismo camino.

La Sangre de la Primavera


Después de un invierno tan duro como éste, después del sufrimiento de muchas personas producto de la inconsciencia y de la ambición de unos pocos se agradece mucho la luz. Ayudan, si somos capaces de apreciarlos, esos rayos de sol calientes al contacto con la piel, tensa, fría, llena de incertidumbre y miedo. La naturaleza es sabia mucho más que nosotros que solo somos parte de ella, parte de la vida. Nuestra mente nos convierte en pequeños dioses y nos hace creer que somos la vida y evidentemente no es así, nos gustaría, alimentaría nuestras fantasías omnipotentes y el ego parece que quedaría lleno. Pero eso, solo es apariencia y sugestión, un mundo construido en nuestra mente. Sería muy bueno que consiguiéramos darnos cuenta cuanto antes, y sobre todo, después de aprenderlo, seamos capaces de transmitirlo como valores universales, los derechos humanos se quedaron cortos y eso que no se cumplen en ningún lugar del mundo que yo sepa, deberían ser los derechos de la vida en todas sus manifestaciones los que configuraran la ley de la leyes. Y cumplirlas claro.
La tierra se mueve en esta época, los vegetales comienzan a dar sus flores que serán frutos, los animales se tumban al sol y se mueven más deprisa después de un buen descanso. Curiosamente en esta época dicen los especialistas que aumentan las depresiones -extrañamente pensaba yo-, una vez acreditado, pensé que quizá es un momento en que se confronta la vida con nuestras vidas... y a quién le gusta mirarse al espejo y verso feo ó no gustarse. O quizá el metabolismo, las hormonas, las neuronas... también se mueven y desordenan aquello que por dentro nos sostiene, nos mantiene en equilibrio. No lo sé, pero intuyo que algo parecido a esto sucede.
Siempre me han gustado los aforismos aprovecharé para aderezar estas palabras con un exquisita salsa de palabras llenas, tenemos miedo a la pobreza que es a lo que parece que nos lleva a corto plazo si escuchamos todas las estimaciones de los gurús de la economía y de los gobiernos y políticos, al menos en nuestro país. En otros países  la cosa va muy bien y en los de siempre y como siempre muy mal. Para estos últimos la palabra crisis no existe solo existe una única realidad, dura, cruel e inhumana, contraria al desarrollo de la vida en general y en todas sus acepciones. Reflexionemos si les parece con las palabras de otros un poco: "Si la pobreza es la madre de los crímenes, la falta de espíritu es su padre(Jean de la Bruyere)". "Acaso soy libre si mi hermano se encuentra todavía encadenado a la pobreza(Bárbara Ward)". "No hay que tener miedo de la pobreza, ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo(Epícteto de Frigia).
Son muchas las personas que sangran sin que la sangre aparezca, son muchas las personas que preocupados y con miedos por sus responsabilidades se van debilitando como si alguien, quizá la famosa mano negra que mueve todos los hilos o quizá nosotros mismos, no hayamos cortado las venas... cada uno tendrá su propia opinión no cambia el resultado.
Creo que necesitamos que llegue la primavera de verdad, en nuestro interior, que seamos capaces de abordar esta nueva realidad, compartiéndola, reflexionándola, dándonos valor unos otros, ayudándonos mientras ayudamos a conseguir sentir que tantos mensajes e informaciones negativas, que tanta injusticia en el mundo, siento totalmente conscientes que tanto sufrimiento necesita y de manera urgente ser paliado, ser arrasado. Todos sabemos que no es un camino rápido, la maravillosa originalidad de cada persona también pasa factura, todo contiene su contrario, no todos aprendemos a la vez, ni experimentamos a la vez, ni tenemos los mismos problemas, ni deseamos las mismas cosas, ni creemos en valores fundamentales iguales... El resultado es la libertad y el pluralismo pero también la falta de empatía con los diferentes, con lo que no podemos, no sabemos o no queremos sentir, es lo que sienten otros y aunque puede que algunas imágenes, informaciones o realidades provoquen un fuerte ataque de compasión de vez en cuando(Schopenhauer decía que la compasión es el supremo principio moral), creo que lo que sentimos es pánico y no estamos dispuestos a perder nuestra comodidad ni nuestra seguridad en favor de esos otros que si viven denigrados por la pobreza más absoluta.
Las cosas ocurren por movimientos naturales o culturales causa-acción-efecto. Pero tanto la causalidad como la acción y los efectos provienen de impulsos múltiples, racionales e irracionales, emocionales, consciente e inconscientes. Si queremos resolver los problemas esenciales de la humanidad probablemente tengamos que comenzar por entender y comprender todas esas múltiples razones y creo que eso pasa por reinventar un nuevo código de valores que den respuesta a la necesidades materiales y emocionales de las personas. No solo esperamos vivir, también esperamos que nuestras vidas tengan dignidad, tengan sentido y eso creo que solo se conseguirá dejando que cada estación de sus frutos y promoviendo el deseo de crecer por encima de todo.

Los Cielos de Buñol


“Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en un mundo bárbaro y hostil” Ernesto Sábato.

“Hace mucho tiempo que en las conversaciones de calle, de bar, de barra, de chats e incluso de amigos y grupos hecho de menos la intimidad e incluso la complicidad. Parece que la reflexión o la hondura aburren. He asistido muchas veces a encuentros sociales, reuniones de amigos, encuentros fortuitos... como cualquiera de ustedes imagino y existe un denominador común: La repetición.
-Dijo un hombre.
-Una nube contestó:
Llevo años, siglos, milenios, repitiendo lluvias, tormentas,soportando vientos fríos y asándome con el sol del verano y sus vientos desérticos. Parece que siempre hay un denominador común: La repetición.
-Un árbol que asomaba una rama intervino:
Llevo toda mi vida aquí quieto a merced del viento, de la lluvia, del sol, del rayo, de la tormenta. Unas veces paso sed, otras frío o calor, hasta los fuertes vientos llegan a quebrar algunas de mis ramas. Ocurre cada año y siempre lo mismo: La repetición.”
Dicen que es imposible que nada viva en la naturaleza sin repetir...
Éste es principio del libro que comencé a leer ayer, luego les cuento el final acabo de terminarlo... si me acuerdo claro.
El hábito es el comportamiento repetido de una persona regularmente. Y busco y encuentro para ver si consigo aclararme un poco, el hábito hace al monje o el monje necesita un hábito para serlo. Y me encuentro-no sin antes buscarla- la siguiente frase de Samuel Beckett: “Respirar es un hábito. La vida es un hábito o, mejor dicho, una sucesión de hábitos, ya que un individuo es una sucesión de individuos”. Y otra de San Agustín no menos interesante: “El hábito, si no se resiste, al poco tiempo se vuelve una necesidad”. Y otra sin desperdicio de Edith Wharton: “(...) Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía. El hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si quiere continuar viva.” Y un aforismo que no deja indiferente de Elbert Hubbard: “Cultiva solo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida”.

Las informaciones de la caja tonta, los comentarios de los medios de comunicación, las redes sociales, los resultados de los partidos de liga, lo que hemos hecho en el trabajo o en el día a día, hasta el tiempo da de sí para encontrar la manera de que los pensamientos, las conversaciones, los saludos, los argumentos políticos, las reivindicaciones, las movilizaciones,... se repitan y repitan y repitan de boca en boca, de pensamiento en pensamiento, de emoción en emoción, y por todo el país y parte del extranjero, como ecos formales carentes de contenidos únicos, pensados, reflexivos, imaginativos... Uno tiene la impresión de que se ha vertebrado una sociedad de loros en vez de personas. Tiene razón sin duda José Luis Sampedro: “No nos enseñan a pensar...” Y cada uno se llena hora a hora, día a día, de repeticiones que llenan el pensamiento hasta el colapso, la parálisis, el estereotipo, el aburrimiento, el hastío, el tedio.

Leí el otro día en alguna parte que el chismorreo es bueno para la salud, parece ser que desahoga, también oí que hacer cosas nuevas o la interacción con nuevas personas son beneficiosas para el aburrimiento existencial, incluso que si dejamos una vez a la semana de hacer las mismas rutinas diarias puede tener dos efectos uno beneficioso, liberador, disfrutable y otro negativo, asfixiante, porque romper las rutinas a muchas personas les conduce al miedo ó al pánico que es peor. Todos estos movimientos vistos desde fuera parecen simples comentarios sin mayor transcendencia, pero si nos internamos en las condiciones de la mente para sentirnos bien la cosa cambia.
La pregunta es: ¿Qué tiene que ver todo esto con la identidad? Mejor, cómo estamos seguros de ser nosotros mismos sin nuestras manías o sin nuestras rutinas... sin esa afilada hoja de afeitar que hiere nuestros adentros reconociéndolos. Tendría pues sentido en este caso que no podríamos evitar tales posturas aún destructivas en pro de un bien mayor: No desmoronarnos al mirarnos al espejo, al dudar si somos lo que sentimos, lo que pensamos o esas muchas contradicciones que van desde la realidad a la fantasía o desde la moral  al deseo.
No tengo ni la menor idea de lo que he querido decir. O sí.
“Llevo más de treinta años fotografiando cielos de Buñol desde distintos puntos, estaciones, días y horas, nunca he conseguido que se repita alguno. ¿Qué falla?

Ardemos entre emociones que habitamos y nuestra pólvora nos prende, hasta que como una nota que solo da la medida nos desbordamos.
Puede que Buñol ya no quiera repetir lo mismo siempre o quizá sea al contrario, quiere seguir repitiendo para no tener que enfrentarse nunca a una mirada honda en el espejo.
Cuando son ambas y a la vez, quizá no todo esté perdido. Podríamos darnos cuenta.